La situación del sistema sanitario de salud pública y especialmente el de la atención primaria es preocupante. Tres años después de la pandemia del COVID-19 la sanidad pública sigue sufriendo grandes problemas que repercuten directamente en la calidad de vida y ponen en riesgo la salud de una gran parte de la población.
Listas de espera de más de dos años para intervenciones quirúrgicas, atención primaria saturada por falta de personal y recursos, servicios de salud mental totalmente insuficientes… son solo unas pequeñas pinceladas de la situación actual en la que se encuentra el sistema de sanidad público.
Además, al igual que en otras comunidades se señala el aumento de la privatización de los servicios sanitarios con colaboración público-privada que no es más que seguir acrecentando el negocio de la salud.
Con especial atención al caso de la capital aragonesa dónde en plena pandemia el ayuntamiento de PP-Cs y VOX vendió suelo público al enorme Grupo empresarial de la salud Quirón para construir un nuevo macrohospital.
Igualmente se unen a la lucha los trabajadores del transporte sanitario que llevan más de dos meses manifestándose por distintas localidades de la comunidad por un convenio digno y una organización de los recursos que acabe con la actual situación de vulnerabilidad que afecta especialmente a las zonas rurales.
La situación de los servicios públicos cada vez más degradados ante la falta de financiación y en constante privatización es un ataque a la clase trabajadora y especialmente a las capas más empobrecidas.
Este sábado salimos a tomar las calles de Zaragoza reclamando una sanidad pública, gratuita y universal, por la expropiación de la sanidad privada y su puesta a disposición del sistema público para acabar con el negocio de la salud. Además, debemos impulsar la coordinación de las luchas para golpear en bloque e imponer las reclamaciones de las sanitarias y trabajadoras en todos los territorios del país.
Por eso desde la CRT defendemos un programa de medidas de emergencia para atacar los beneficios de las grandes empresas y revertir los recortes enfrentando al gobierno PSOE-UP y de las Comunidades Autónomas.
1. Aumento del presupuesto para la Atención Primaria hasta el 25% en los PGE y en los presupuestos de todas las Comunidades Autónomas. Acompañado de un aumento de la partida del presupuesto general en Sanidad hasta alcanzar la media de la UE mediante la imposición de impuestos progresivos y extraordinarios a las grandes fortunas.
2. Aumento de las cotizaciones de los empresarios a la Seguridad Social por lo menos a los porcentajes previos a la reforma laboral del 2012.
3. Internalización de todo el personal subcontratado y estabilización de todos los trabajadores del sistema nacional de salud. Pase a plantilla fija de los trabajadores en situación de Interinidad y contratación de profesionales en todas las categorías de todas las vacantes que existan.
4. Aumento urgente del número de plazas en los grados universitarios de Medicina y Enfermería, así como en los ciclos de formación profesional del ámbito de la Salud.
5. Subida salarial para los trabajadores sanitarios conforme al IPC real y cláusula de revisión salarial indexada al IPC.
6. Universalización de la asistencia sanitaria a toda la población incluyendo a toda la población que no tenga su situación regularizada.
7. Contra el negocio de concertadas y consorcios, derogación de la Ley 15/97 y de todos los convenios de gestión privada de equipamientos sanitarios públicos, en la perspectiva de luchar por la nacionalización de todo el sistema de Salud para crear una red pública única, gestionada por sus médicos, profesionales y trabajadores de la salud junto a comités de usuarios. Expropiación y nacionalización bajo control obrero de toda la industria farmacéutica, pasando todos sus trabajadores y recursos a la esfera de la sanidad pública.
Hay que imponer desde abajo a las direcciones sindicales la convocatoria de una huelga general en defensa de la sanidad y de todos los servicios públicos.