Según han informado algunos medios y colectivos el lunes más de 50 internos del centro iniciaron una huelga de hambre a la que se han ido sumando a lo largo de la semana más internos.
Las alarmas saltaron cuando empezaron a realizar pruebas PCR a los internos de origen argelino y estos sospecharon que podría tratarse de una deportación inminente de todos ellos. Ante esta situación iniciaron la huelga de hambre.
Notícia urgent des del CIE de #Barcelona. Els han fet PCR segons la nacionalitat, sobretot a molts algerians. Temen que es prepara una deportació massiva.
Han començat una vaga de fam, contra la deportació i per demanar l’alliberament.#TanquemelsCIE pic.twitter.com/QeHBofJvtO— UCFR #StopVOX #ElRacismeÉsUnVirus (@UCFRcat) August 19, 2021
Según ha informado el medio de comunicación betevé, una de las personas que se encuentra internada en el CIE y que teme ser deportado próximamente es Mohamed Abdellah, un activista argelino que era funcionario de fronteras y que huyó tras denunciar, en 2018, la corrupción en su país y que ha pedido asilo político al Estado español, algo que ha sido negado y que resuelven con su deportación.
Hemos visto en los últimos meses como para el Gobierno de PSOE-UP las vidas migrantes no importan. El actual Gobierno ha reforzado las políticas migratorias con expulsiones vergonzantes como la de los 800 menores a Marruecos. La política de expulsión y de encarcelamiento de extranjeros es un sello distintivo del Régimen español y no cesan ni en tiempos de pandemia.
Es por ello que la regularización inmediata, la abolición de las Leyes de extranjería y el cierre de los centros de internamiento para extranjeros debe estar al frente de las exigencias de todos los colectivos de migrantes, de mujeres, organizaciones de izquierda y sindicatos de clase.
