Como es sabido, en toda guerra son las mujeres y niños los que más padecen las violaciones a los derechos humanos, tanto por jugar un rol activo en el combate o por resguardar el hogar y familia. A lo largo de los años, hemos visto mujeres siendo combatientes, mujeres trabajadoras en la industria de la guerra, mujeres que deben cuidar el hogar, o mujeres que migran con sus hijos a otros lugares, así como también mujeres organizadoras contra la guerra, o quienes juegan un rol solidario con las necesidades de quienes van a la batalla.

Lo cierto es que estos "roles" han sido invisibilizados en muchos casos de la historia, es lo que “se sabe pero no se dice”, son las cifras ocultas de las violaciones, trata de personas, etc. De los desastres humanitarios que produce un conflicto bélico, ya hemos visto múltiples noticias de la crisis migratoria que se producirá como consecuencia del avance militar de Rusia e intervención imperialista de la OTAN en Ucrania; es el pueblo trabajador y pobre los que padecerán sus consecuencias.

La crisis migratoria internacional ya está presente desde antes de este conflicto abierto, hemos visto a los gobiernos de los países europeos, Norteamérica y Latinoamérica responder con medidas represivas y criminalizadoras, con muros y zanjas, aunque sus discursos apunten a una recepción humanitaria en los hechos esto no sucede, muchas personas que migran se quedan sin trabajo y sin vivienda; sin salud ni educación, es decir, sin derechos básicos para vivir.

La pobreza combinada con falta de trabajo y oportunidades de vida es lo que golpea a miles de mujeres que tienen que hacerse cargo de sus hijos y el hogar, luego de que los hombres se hayan tenido que quedar a combatir, como es justamente el caso de Ucrania debido a la orden impuesta por Zelenski a través de la invocación de la ley marcial. En redes sociales se ha popularizado lo de "buscar mujeres ucranianas" o las bromas machistas de recibir a las mujeres ucranianas, algo que no está fuera de la realidad de todos los conflictos bélicos, siendo utilizadas como objetos en medio de esta crisis humanitaria.

Históricamente las mujeres del mundo se han organizado contra la guerra, no permitiendo que las pasen a llevar con las vejaciones, explotación y miseria que sufren. Por esto es importante confiar en la fuerza de la movilización independiente de la clase trabajadora contra las oligarquías y patronales de Rusia, Ucrania y contra el imperialismo de la OTAN a manos principalmente de EE.UU con el gobierno de Biden.

Se acerca un nuevo 8M, tenemos muchos motivos para estar organizadas y en las calles, se vuelve una fecha más que significativa porque se conmemora el día en que en la misma Rusia que hablamos hoy pero en el año 1917, las mujeres trabajadoras iniciaron la revolución social más grande de la historia.

No a la guerra. No a la intervención militar rusa en Ucrania. Abajo la OTAN y fuera de Europa del este.